Me
encanta dormir con él. Me encanta vivir nuestras
vidas separadas y tan juntas. Mirarnos y
romper el hielo, regalarnos un te quiero luego de hacer el amor o simplemente después
de atendernos.
Adoro
despertar y sentir que está ahí, que ante cualquier cambio de movimiento del
otro, nos adaptamos en nuestros abrazos, en esa pequeña cama. Como no adorar
que me pida un último regaloneo antes de partir a trabajar mientras tomo mi café.
Siento
un poco de miedo, pero dicen que solo los valientes lo sentimos. Vale la pena
el riesgo, aprender a adaptarnos a estos nuevos tu y yo es mi proyecto personal
más importante. Y estoy infinitamente feliz con ello.
Sonrisa
ultra mega gorda. De esa tengo ahora en la cara.