Al menos, puedo sentarme y pensar. Pensar que hace un mes estaba en Florencia zampando los mejores helados de mi vida, mirando el David y engordando 7 kilos (Shitttttt) de pura pizzas,vinos y cervezas.
Vuelvo a mi oficina, y no dejo de pensar en lo deprimente de la situación, en que para ese mes de gozo, no queda otra que 11 meses lidiando con clientes, con el jefe y el gerente.
Se que es muy snob mi comentario...pero es esto o dedicarme a unas liquidaciones concursales que, a esta hora, no me importan nada