Hace tiempo quería escribir de este concierto. Creo que si bien no fue el mejor de mi vida, si fue el más simbólico.
Ese día llegué sola. Francisco no quiso acompañarme, por lo que me toco bancarme la espera.
Mientras estaba ahí (esa larga hora) pensé en todo lo que implicaba este grupo para mi. Los escuché en la época que conocí a Rodrigo. El me cortejaba descargando conciertos en París y regalando dvds .También recordé cuando a ese hombre le dediqué las más sufridas canciones de amor del disco Funeral mientras lloraba en mi pieza por él.
Obvio que también llego José Esteban a los recuerdos. Si bien nunca fue muy fanatico, no funaba mis gustos y hasta me regalo discos del grupo. Recordé paseos en autos cantando las canciones del Neon Bible mientras asustado me pasaba su auto para manejar.
También estaba Francisco ahí, quien cual castigo divino tenia que soportar que el grupo favorito de su polola fuera el mismo de su odiada hermana. Estaba ahí con ese ultimo disco que me regaló por ser una polola enfermera, estaba ahí porque era el hombre que amaba y me hacia falta en ese momento.
Poco antes de empezar el concierto, vi pasar a Jorge dentro del personal del grupo. No atiné a nada, pero el lunes el muy hijo de su madre me contó que trabajo trasladando a los artistas...maldito!!!
Se inicio el concierto y olvide todo lo del tiempo muerto. Estaba ahí, cantando y bailando, saltando y casi llorando. Fue uno de los mejores momentos de mi vida. Si bien, hubiese deseado más canciones de sus dos primero discos (mis favoritos), tenerlos ahí era por mucho lo más importante del momento.
Como dije anteriormente, muchas fueron las emociones . Sin embargo me detengo en las producidas en tres canciones. Mientras sonaba Neighborhood #1 se apretó mi panza y los ojos se llenaron de lagrimas gordas, de esas que nacen cuando el corazón se siente lleno. Esa canción siempre ha sido la más importante de mi vida de adulta, es como el icono de un proceso que aun no termina y que siempre al escucharla sola, me hace pensar. Bueno, ese día no estaba sola, pero paso lo mismo.
Otro tema que me mato fue No Cars Go. Siempre me he imaginado tomando la mano de un hombre ,mientras maneja rumbo al sur, junto a nuestro hijo cantando el coro de esta canción ... hey!
El concierto termino con Wake up. Esa canción es increíble, intensa, de esas de vida. Al escucharlo obvio pensé en mi Pablo, mi marrano, ahijado del alma. Esa canción la tengo guardad para su cumpleaños número 18, por eso es tan importante para mi.
Después de todo esto, que partí a casa. Ahí estaba Francisco esperando por mi. Recuerdo que ese día hasta baile de la victoria bailé de tan contenta que estaba. No recuerdo mucho más,salvo que estaba muy feliz.
Ojalá vengan nuevamente estos gallitos, con un show solo para ellos y mil veces más largo. Ojalá que en esa ocasión no este sola ahí. Ojalá que varias cosas sean distintas.
Para esos días en que
el alma extraña infinito, el cuerpo te pide descanso de tanto estudio, viaje y
trabajo. Para esos días (como hoy) hay
canciones como estas, canciones que no están para nada dentro del repertorio
tradicional de mi vida, pero que son capaces de levantar todo y hacer que hasta
el añorar se haga con una sonrisa.
El otro día estuve en Concepción por motivos laborales.
Me encontré con amigos del alma y con varios de la gallada U de Conce en
tribunales. La sensación fue increíble. Eran mis compañeros de Universidad,
personas con quienes compartí buenos momentos, pastelazos y otras cosas. Jamás imagine que en el segundo piso de la
Corte me figuraría corriendo a abrazar a Damián Dupre como las colegas viejas
de quienes reí en alguna oportunidad por hacer lo mismo.
Además de trabajo y amigos jurídicos, todas las
tardes figuraba yo bebiendo alegremente con mis compañeros de ruta, riendo y
colocando al día de todas las cosas que nos están pasando.
Todo lo vivido estos
días fue una experiencia increíble. Volver a mi tierra a trabajar (aunque sea
unos días) me dejo cargado el corazón. Sin embargo existe algo que siempre pensé
y que con este viaje ratifique…no puedo volver a vivir ahí. No me mal
entiendan. Amo mi tierra, el Bio Bio, ese frio y humedad brutal, pero la impersonalidad es algo que no
existe en ese lugar. No sé si me figuro compartiendo siempre con las mismas
personas en lo laboral, no me banco que cada vez que veo a Flaco este me
pregunte por Chito (ósea, agarramos una vez!) ni que Epidemia consulte por ese pololo con quien termine como hace cuatros años. De
lo observado, confirmo que muchos de quienes me rodearon por buenos años de
mi vida siguen en función de ese pasado
bastante lejano para mí.
Uno no sabe lo que
viene para la vida, quizás por alguna causa vuelva a mi tierra o termine en un lugar distante, no lo sé. Solo
me queda ratifica que en muchos aspectos el camino que estoy armando es el que
me llena y hace sentir feliz y que,
cuando las energías bajan y mi confianza se debilita, basta con un viaje a mi
amada tierra para que mi corazón y alma se vuelvan a llenar.