Estoy cansada de los
santiaguinos. Estoy cansada de su arribismo, de su colegio con nombre de misil
ruso oculto, con esa manía de ser algo que naturalmente no les ha correspondido.
No digo con ello que este mal desear cosas…pero no vengan hablarme de
vacaciones y restoranes si cuando niños
con suerte los llevaban al patio de
comidas de un mall! Esto me hace necesitar Conce.
Extraño mi gente.
Extraño el frio. Extraño a mis amigos de colegio, esos de la infancia. Necesito
ver a mis compañeros con quienes pase años universitarios. Extraño mi familia,
a Esteban, mis papás y la Tere .Extraño que hagan todas las cosas por mí, las discusiones
de música, de política, el hacer ver lo tonto de los argumentos de Marco y que
me regale mil cremas de dermatólogo. Quiero poder arrancarme un fin de semana a
la casa del campo de mis viejos con las amigas del alma y conversar hasta que
amanezca. Quiero todos esos momentos de contento que están guardados en mi
recuerdo.
Pero a pesar de
extrañar tanto mi tierra, mi aire y mi maravilloso rio Bio Bio después de la lluvia,
tengo claro que no puedo volver. El alma
es algo que toma tiempo en sanar y no estoy dispuesta dejar eso a medias.